El fraude de ley es una práctica ilegal en la que se utiliza un contrato o cualquier otro acto jurídico para violar la ley de forma deliberada. En otras palabras, consiste en simular una situación jurídica diferente a la real con el fin de obtener un beneficio que de otra manera no se podría conseguir.
Este tipo de fraude puede darse en diversas áreas del Derecho, como en el ámbito laboral, fiscal, mercantil, entre otros. Por ejemplo, en el ámbito laboral, un empleador podría simular la existencia de una relación laboral con un trabajador autónomo para evitar pagar impuestos y cotizaciones sociales.
En muchos países, el fraude de ley está penado por la legislación y puede acarrear sanciones económicas e incluso penales para las partes implicadas. Es importante, por lo tanto, ser consciente de las consecuencias legales de este tipo de prácticas y actuar siempre dentro de la legalidad en todas las transacciones comerciales o personales.
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